Bajo el cobijo de Andrómeda destellos parpadean como luciérnagas titilantes en la inmensidad del infinito
No puedo parar de pensar en esa mirada profunda que como lanza de oro llega al desierto del que estoy hecho
Se detienen mis latidos y en la lluvia de meteoritos que caen ardiendo como volcán en erupción, diviso la cumbre de un manantial
Su sonrisa, que detiene el universo como si no existieran las horas. Él, es como el océano tan lleno de misterios que ni en un sin fin de vidas lograrías descifrar, tan maravillosamente hermoso y auténtico
Me veo tentado una y otra vez a querer descubrir los enigmas que hay en su rostro, cuando desenfoca su mirada al horizonte, destilando un brillo inigualable en cada parpadeo
Vuelvo y lo miro y se transfigura como un atardecer, tan espléndido y especial, que es imposible no detallar y admirar cada uno de sus colores y tonalidades creando una armonía en su totalidad
Su olor se ha vuelto morfina en mi sangre, al aspirar esa estela que llega a mis venas, recorriendo uno a uno cada rincón de la complejidad de mi cuerpo
Soy un adicto lo confieso
Tengo miedo
Miedo de sentir abstinencia de su calor y presencia
Solo una dosis más
Una sola más vuelvo y me repito, respondiendo a mis suspiros hasta que pueda ser valiente y sentirme sobrio
Sobrio en las cuatro paredes en las que me encuentro
Adam0889
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