Oigo en mi cabeza el ulular del búho que sobre el tejado de la cabaña aguarda paciente por algún roedor o quizá una lagartija para comer 

Siento en mi piel la caricia tenue e inquieta del viento que silva a través de la rechinante ventana 

Sin control de mis pensamientos quienes se han vuelto olas de susurros y revoloteos que envenenan y me muestran el camino de vuelta a este cúmulo de células transitorio el cual habita mi conciencia

Quiero contarte como en el rumbo de la barca dibujé a pinceladas las más hermosas imágenes de melodías que no sabría cómo describir con exactitud 

Se oye a lo lejos el canto de unas ballenas y luego se transforman en esa melodía que tanto te gusta de Funk Tribu

Las paredes cambian de colores y las tablas que conforman el techo de la sala donde me encuentro se mueven como un sutil oleaje 

Y pienso en el por qué olvidé el color de los ojos de mi madre y el brillo aquel resplandeciente de sus hermosas ventanas que en mis días de tristeza iluminaban mis sentidos 

Luego recordé que fuí un niño sobreprotegido y sin conocer el como afrontar las riñas y la oscuridad del plano terrenal haciendo brotar de mi, fantasmas de terror y ansiedad la cual no sé si reveladora ataba mis manos en los rieles de una montaña rusa

Pensé detenidamente el como refugié mi propio desprecio a mí rareza la cual evitaba que encajara en ningún rompecabezas o puzzle en el Big Bang del movimiento y hallé el aleteo de mis primeros indicios de libertad, suave, infinito, celeste, lleno de dulce y amargo sabor siendo de agua y fluyendo como el aire inestable, frío y libre que sopla en la dirección que se le antoja 

En un intento exitoso, logro enfocar la mirada hacía una lámpara o luz de vela que parpadea sin detenerse susurrando en dirección oportuna a mis recuerdos y con voz clara me aconseja: "No temas ser quién eres, a cualquiera que vibre en tu sintonía le vas a encantar así" 

Luego una gota de lluvia que caía cerca del crepitar de la chimenea, se tambalea y con los brazos abiertos me sostiene diciendo: "gritale al universo que le desafías y que te niegas a seguir cargando con ese peso, porque en tu silencio miles de mundos habitan" 

Las lágrimas eran rocío que fueron creciendo con el pasar de las horas que implacables danzaban alrededor de la fruta, los granos y la muchedumbre, sin pasar desapercibidos los zumbidos de mis latidos creaban una orquesta de ritmos inconsolables, subiendo y bajando conforme las imágenes se hacían más amorfas y coloridas 

En un intento por moldear los pétalos de rosa queriendo pintar estrellas en lienzo que compone mi piel canté Andrómeda en un tarareo que me hizo consciente de lo importante e insignificante que podemos llegar a ser 

Fue entonces cuando un aroma dulce y muy familiar para mis sentidos me hizo caer en cuenta de lo que a mí alrededor sucedió y en un punto de enfoque no tan lúcido, sentí como el ave fénix aleteaba desde el cáliz creado en la chimenea, aleteo tras aleteo, generando un crepitar más y más intenso, como explosiones sublimes encantadores a mis oídos 

En ese instante noté como volabas y el por qué mi sangre hierve con tanta intensidad cuando estás cerca, encontrando respuesta al por qué soy tan feliz amando sin ataduras, desde esa libertad que refleja tu alma, la luz con la que transitas, la fuerza de tu espíritu que hace que las horas no existan y la valentía que muy pocas veces me caracteriza, se extienda hasta en los momentos que no estoy despierto

Finalmente abrí un cofre en el cual millares de espejos reflejaron los rostros de distintas vidas que reconocí sin problema y pude hallar la respuesta a la voz que me susurró: "Si me dejas salir, ya no te sentirás de esa manera" 


Adam0889. 




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