Apareciste como un faro en la tormenta, cual evento fortuito
En el momento justo, en el momento exacto en el que mis pupilas se olvidaban en silencio
Recogiste los fragmentos de dolor y creaste la obra de arte más hermosa que habita en mi ser
Me enseñaste que el cielo es infinito y que puedo volar a distancias inimaginables
Me has escuchado hablarte de la misma historia una y otra vez haciéndome entender que aunque el océano es tan profundo e impredecible, puede albergar tesoros inefables
Gracias por tu sabiduría y por la sinceridad que te caracteriza
Gracias por existir
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