La araña del destino teje las finas fibras enredadas que abruman mis pensamientos sin sentido
Con un esmalte hecho de estrellas veo a Selene dibujando sus palabras
Y yo que soy efímero, quisiera beber del agua salada que recorre su piel blanca en la noche serena
Aún recuerdo sus manos tibias y el olor dulce que dejaba en estela cuando Artemisa camina y su aura de misterio se hace protagonista en la escena
Y yo hipnotizado por besar las fases de la luna en su pecho, la pupila en su brazo y la daga en su pierna
No me olvido sobre sus anhelos, sus sueños y su gran sabiduría de cosas del alma aquí en la tierra
Ella conoce mis sombras, conoce mis penas abrazando cada instante que mi corazón se hace tormenta
Insisto en buscar sus ojos, que son el abismo profundo de mis latidos
Este amor que es solo silencio pero aún siendo sin sentido, ella escucha y sabe que el piano del éter que me recorre toca la más hermosa sinfonía
Toca el cielo y las arenas del tiempo cuando me mira y dejo de ser nada.
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