Piel marchita, lengua sin sabor

Nadas en las células

Vives en cada rincón

Maldita sangre que muere al mirar tu esplendor 

De una familia de sin sombras 

Pensamientos sin dulzor 

Respiro y las horas son de hielo

Devoras y te apoderas del conteo de mis soldados 

Hasta que el telón se cierre 

Y el invierno cese 

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