Tus alas de fuego que alcanzan el límite de mis pensamientos
Tus ojos oscuros que son el refugio de mi alma que se queda sin aliento
Veo la cuna de tus brazos lista como la magia de saber que no estás despierto
Soy el velo tejido por la seda de la araña angurriosa que ensordece los anhelos
Soy del brillo de tus pupilas que destilan eter inmaculado
Cuando el reloj de 13 horas esconde las sonrisas y toma mis manos que son ya desierto
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