Las lágrimas de Afrodita

 En el infinito paralelo a más de 131432MHz sobre universos de átomos revuelan mis pensamientos alados como mariposas efímeras que me ayudan a hallar la cordura amorfa de mis suspiros destilados  ¿Quién eres tú? Me veo envuelto en torbellinos de imágenes y espejos en horas que recorren mis venas subiendo y bajando el ritmo cardíaco creando una sinfonía que solo escuchan los oídos tenues de las margaritas lunares que nacen de los rocíos de ventisca de la aurora boreal Vuelvo y me pregunto, ¿quién eres tú?  Solo sé que el viento me susurra con ondas cálidas, resonando shocks de adrenalina cuando sumergido me encuentro en el intenso oscuro del brillo en tus pupilas Me contestan las musas y laquesis  Desde el frío espejo fragmentado que refleja mi alma se desprende del paraíso del Olimpo con el TIC TAC de las horas los pétalos perfumados como manantial de vida eterna, la sublime silueta de Artemisa con su aura de misterio que le caracteriza acunandome en sus cálidos brazos donde quisiera s

 Detallando la brisa y el hilo tenue que recubre mis anhelos, me regocijo en el momento que vi tu mirada nocturna y la inquietante sonrisa que cautiva la fuente de las sombras renegridas de las arenas de Morfeo en mis pupilas  Quisiera arder en la cercanía de las paredes que se elevan delante del tiempo, para así caminar lentamente en la senda de mis suspiros donde mi alma es como la espuma del mar  Densa, blanquecina, burbujeante, fuego sofocante de donde quisiera volar cuando me encuentro con tu perfume olor a sangre evaporada de las rosas de luna llena  Tus manos suaves cual pétalos de flores en primavera desatando la vehemencia de las olas y la marea que inunda los riachuelos de mi desesperación en un soneto que nace de mi pecho  Veo la luz de Artemisa, cuando hermosa sonríe y juega con su reflejo y yo solo trato de escribir y decir a oscuras todo esto, digo tu nombre con el silencio de la noche  Interpretando las letras de mis venas que me hacen lucir loco, ciego, embriagado de su

Tus ojos oscuros,  tan profundos e imponentes como el océano, me acunan entre sus aguas y en oleadas de brillo cálido como el sol, hipnotizan las luciérnagas de las ventanas de mi alma. Azabaches Sublimes que en el firmamento son destilación alquímica de la más pura, caricias tenues que a mis miedos ocultos exorcizan y depuran Tiernos luceros de los cuales no quiero escapar, suave e impactante vía láctea donde quisiera desaparecer hasta la eternidad  Tus ojos oscuros llenos de cielo nocturno, maravilla inefable que susurra a las golondrinas danzando libremente en mi complejidad, sonriente barca cristalina que me lleva al éxtasis en un solo flash Sensación del infinito, inabarcable, eterno y divino, crecen los latidos inquietos de mis propias brasas, cuando al resonar estoy en silencio y tu aura de misterio recubre el manto de mis lamentos, quiero perderme en el infinito, en el abismo de tu mirar  No quiero ondear en mis pensamientos siendo un telescopio que mira el universo en tus pupi