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Mostrando entradas de octubre, 2022
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De las lágrimas plateadas de un pegaso ha nacido una flor de luna llena, suaves pétalos con resplandor etérico corren como ríos nocturnos en el firmamento, recreando un laberinto de rosas en el desierto  De camino por el sendero astral he divisado un resplandor verde, naranja y amarillo, preguntándome una y otra vez a quién pertenecía tan sublime aura misteriosa  Quedando atónito de ver transfigurada a Artemisa danzando entre las nubes creando las estrellas de la bóveda celeste Pienso en silencio, agraciados mis ojos que se deleitan con su belleza, ventanas para dejar pasar el paraíso a mí recinto Repentinamente yacía mi alma frente a frente con su presencia, desatando en mi una tormenta mezclada con montaña rusa en mi caja torácica  Hundiste el puñal zarco de tu altiva mirada en mis adentros El aleteo de un colibrí se volvió imperceptible, las olas del mar se transformaron en miel y se detuvieron las arenas del tiempo Innefable sensación que estalló en lluvia de emociones cuando tus p
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Con tinta de mis venas aparecen una a una estas palabras, despertando el Elixir amatista que perfuma las rosas en el invierno de mi dulce morada  Oh inquieta Artemisa, bajo la luz de tu cobijo me veo expuesto con tu voz serena, el océano profundo de tus pupilas brillando como la noche de luna llena, baña sin prisa mi figura cuando estás cerca  ¿En qué forma te veo?  Te veo como las gotas de manantial de cordura que empapan la delgada línea de mi mirada  Te veo como el perfume que embriaga las horas inmaculadas del velo de las llamas del ave fénix en una galaxia plateada  Te veo como la dulzura que me transporta al laberinto donde recomienza el infinito  Sin notarlo, mi alma se desconecta en un estado de éxtasis y nirvana los cálidos segundos en los que tu pecho se acerca a mí silueta, deseando detener el conteo de las arenas de la rueda del tiempo Querida Artemisa cada vez más cerca siento tu aura y la brisa de tus risos perfumados, te veo en el Olimpo pintando las hojas y repasando la
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Aveces por las noches frías y serenas, observo el firmamento intentando encontrar la luz plateada que baña los tejados en el vecindario azul y nostálgico escondido en mi ventana  Veo los cuervos que aletean sin sosiego cuando las horas pasan inherte pensando en aquellos ojos profundos que llenan de alegría vivaz la cuna de mis suspiros A lo lejos se vislumbra la silueta de Artemisa que yace iluminada pintando el horizonte y el tiempo en el universo con los pinceles perfectos de su sonrisa  Admiro hipnotizado su aura de misterio cuando sentada tras los manantiales cristalinos en el viento, lee y dibuja taciturna y desbordante de belleza infinita  Atado al muelle se encuentra mi embarcación rechinante y yo solo espero que el viento en su gran sabiduría me guíe por las corrientes oceánicas que desembocan en el puerto de su alma  A millas en la galaxia espiral, me cuestiono sin cesar; ¿Qué pensaría Artemisa si conociera que es la musa que acelera mis látidos estremeciendo las fuentes telúr
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Artemisa yace iluminada de plata en el infinito del firmamento, escondida por las nubes cristalinas que separan la brisa de mis latidos y las sombras de mi silencio  Pintando el horizonte junto a las luciérnagas titilantes, inundando como una cascada, bañando mis pupilas con su inefable belleza  Si supiera cuán inmensa felicidad envuelve mis sentidos endebles aún sabiendo que en la cuna de sus hilos plateados no hay espacio para mí  No es sencillo leer el libro y pasar las páginas cuando denoto que sus ojos no se posan sobre mí como lo hacen las ventanas de mi alma sobre su complejidad  Ardiendo como brasas crece el fuego sofocante dentro de mi, en una lucha por disimular el embate qué talla mi interior, haciendo más y más grande el paso de las olas con el TIC TAC del reloj  Mi cuerpo se resiste a detener las mariposas que revolotean en el vacío y oculto deseo de perderme en el tiempo Si pudiera leer el brillo de mi mirada y las sonrisas inquietas cuando del Olimpo se acerca a mí seren
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 Escribo para tí dónde se que no hay una respuesta, desahogo las maravillas inquietantes que aletean en mis pensamientos y el brioso anhelo en una noche de luna llena, plateada, luminiscente, candelabro vespertino de estrellas que brillan como luciérnagas infinitas en el firmamento  En cada letra que señala la ruta incierta de mis suspiros, cobijo los segundos en que tu pecho y tu aroma se acercan cálidos y serenos en el invierno que latido a latido rodea mi silencio Entre los finos filamentos de seda, tejidos se encuentran los brillos del desierto que somnolientos crujen desde el mar que sumerge la flor del éter en mi pecho  Extasiado observo al horizonte, desde la ventana de mis risas donde eros se sienta en la luna de primavera y envuelto en un torbellino de deseos, logro cruzar los cristales que separan las horas en las que no estoy despierto  Entumecido por la silueta de las rosas perfumadas de Afrodita, guardaré la luz de esta luna infinita amando cada detalle que me lleven a la