Las lágrimas de Afrodita

En olas de pensamientos la lluvia cae entumecida por la gran nube efímera de la luna en mis recuerdos Observo un lugar sereno, un lugar cálido y pienso tejiendo y destejiendo la brisa cristalina que entre mis dedos se escapa como los rayos de luna llena Con detenimiento veo tu silueta y me digo a mi mismo, eres mi lugar feliz, porque cuando siento que mi corazón solloza, dibujo en mi memoria tu dulce sonrisa capaz de dejar flotar como burbujas de jabón al viento la más grande alegría Eres mi lugar feliz, porque encuentro en tus pupilas profundas la cordura amorfa de mi locura incierta, como don quijote de la mancha en busca de Dulcinea Eres mi lugar feliz porque aunque mi cuerpo se vea inerte, mis venas se inundan de gran oxígeno y serotonina viajando a miles de kilómetros por hora alrededor de mi complejidad Eres mi lugar feliz porque las mariposas y los colibríes aletean en un mismo sentido, haciendo volar un arcoiris hasta la galaxia de Andrómeda haciendo inherente la luz de tu mira

 Sí hay un lugar más cálido y sereno donde la noche se hace luminiscente y plateada es en la ventana fina que arropa tu alma  Usted y esos ojos profundos que provocan terremotos de sonrisas en las grietas grises que componen mis latidos  Cuando no estás cerca, el insomnio me conversa sobre lo suave y tierno que desborda cristalino el manantial que recubre tu complejidad inquieta  Hablamos sobre el sin fin de brillantes luciérnagas que besan mis ojos, cuando te veo sentado en la luna, divisando los sueños en las arenas de Morfeo Letras y palabras van por doquier, como ríos de hielo y lava quemando mis labios, saciando sin prisa la sed de los árboles que crecen junto a la flor de fuego de mis suspiros anhelantes cual aves en primavera, cantando las horas donde soy la nada  Mis pensamientos revolotean como golondrinas danzando en el firmamento, deseando una y otra vez, reflejarse en la esencia de tus ojos donde sospecho se encuentra una galaxia  Como la aurora boreal, aparece en el viento

 Te tengo en la punta de mi lápiz, te tengo en cada palabra que se desangra en mi libreta, te tengo como un deseo indeleble, en cada destello que suelta la luna y sus cometas  Te tengo como el principito a su rosa, en el lugar más cálido y sereno, donde las olas son inquietas, donde el colibrí besa el néctar de las rosas de seda  Te tengo en cada línea de la hoja, quiero creer que el cielo y los árboles no son de papel fugaz, ni el río que corre con prisa es efímero como la pureza de las uvas en una cubeta Quisiera tener la voluntad de colarme en tus suspiros, como el rayo luminoso se cuela en el prisma de una gota de lluvia haciendo aparecer el arcoiris en la meseta  Te tengo en cada grano del reloj de arena, en cada paso que embriaga mi locura incierta, como es cierto que la nieve se dispersa en los latidos de mi puerta  Te tengo en el velo de mis pensamientos, en las venas que recorren cada parte de mis anhelos, como la chispa del Big Bang, en el punto más exacto donde recomienza el

 Cómo no pensar en tí,  Si la lluvia cae cristalina sobre el desierto de mis anhelos cuando tu rostro se dibuja en mis pupilas Cómo no pensar en tí,  Si las arenas del tiempo se detienen creando mariposas y colores en mis suspiros, cuando sé que la calidez de tu presencia está cerca  Cómo no pensar en tí, Sí mis ojos son como estrellas incandescentes en nebulosas de locura brillante, más intenso que Andrómeda quemándose a años luz en el firmamento cuando tu voz impregna las fauces de mis tormentos  Cómo no pensar en tí,  Sí tu sonrisa inefable despierta el silencio de mis latidos, fluyendo en mis venas un estado de éxtasis sempiterno, capaz de volverme vía láctea, capaz de hacerme renacer en el cielo  Cómo no pensar en tí,  Sí las ventanas de tu alma, son la cumbre de las estaciones donde Afrodita y Eros seducen al fénix que revive con la profundidad acabando con mi aliento y ni hablar de tu perfume donde soy eternidad cuando me encuentro cerca a tu pecho Cómo no pensar en tí, Sí estas

Caminando a altas horas de la noche fría y serena, pienso en silencio y sucumbo ante las gotas cristalinas que teje una araña terciopelo en la cumbre de mi memoria  A lo lejos, sentado sobre el cielo, veo tu silueta que se imprime sobre el papel de las nubes, entre las constelaciones y nebulosa de la inmensidad de la galaxia  Reconozco el timbre grave de las ondas que emite tu voz tan amable, sensual y dulce almíbar el cual estremece cada célula que compone mi complejidad, acelerando la vacuidad de mi pecho, haciendo andar más fuerte la montaña rusa de mis adentros, cuando de tus labios majestuosos oigo pronunciar mi nombre  ¿Sabes algo?  Adoro la suavidad blanca de la pureza en tu rostro, si sentado estás leyendo un libro o cuando con cautela cierras tus pupilas profundas, pinceles con los cuales dibujas una sonrisa en mi rostro  Ni hablar de tus brazos; Cunas cálidas y reconfortantes, fuente infinita donde por unos segundos renazco de la nada y me vuelvo eternidad en el viento Adam08